Traces of blood capitulo 2

CAPÍTULO 2

“Hacia un nuevo rumbo”

Eliz comenzó a recobrar la conciencia y miró a su alrededor preguntándose en dónde se encontraba. Miró a Sedric quién estaba sentado pocos centímetros delante de ella y él al percatarse de Eliz volteó a verla sonriente.

-¡Vaya!, al fin despiertas… Menos mal que te encuentras bien.

Pero de momento, la vista de Eliz se nubló y perdió la conciencia nuevamente.

Cuando Eliz volvió a despertar, se dirigió a su hermano un tanto alterada para interrogarlo.

-Sedric, ¿En dónde estamos?, ¿Qué ocurrió?,
¿En dónde están esos monstruos?

-Oye, tranquila.

-Pe… Pero…

-Está bien
–(acarició suavemente en la cabeza a Eliz)
- estamos a salvo, cuando llegué a tu rescate te encontré inconsciente en el suelo, los Oni que nos atacaron estaban muertos… Mmm…
Pero me pregunto qué ocurrió con aquel vampiro.

En ese instante Eliz recordó la silueta de la persona que la había salvado en ese momento.

-Fue aquel chico.

-¿Chico?, ¿Cuál chico?

-Sí, un chico encapuchado… Él me salvó y antes de irse me dijo…
 ¡Busca a la bruja!

-¿Bruja?,
 -(pregunto confuso Sedric)
- Bueno aun así ya preguntaremos si alguien conoce a alguna bruja,
mientras estabas inconsciente me tomé la libertad de encaminarnos al pueblo más cercano, así que en marcha.

Eliz se levantó poco a poco y tomó sus pertenencias, pero se veía muy cansada para permanecer de pie.

-Hermana, ¿Te sientes bien?, Nunca te habia visto de esa forma, caminaremos por un rato más.

-Sí, descuida sólo me siento un poco cansada.

-Entonces llevaré tus cosas
–(Sedric le extendía la mano pidiendo su bolsa.)

-Gracias, hermano.

Eliz le dio sus pertenencias a Sedric y este las acomodó para empezar a caminar en dirección al pueblo.

-Ahora que recuerdo –(comenzó Sedric)
-En el lugar al que vamos la abuela tenía una amiga, tal vez ella nos ayude.

-¿La conoces?

-Bueno… Nunca la conocí formalmente, pero la abuela me hablo mucho de ella, se llama Devora.

-Entonces, será mejor que nos demos prisa hermano.

Ambos hermanos rieron y continuaron su camino, pero sin darse cuenta, aquel joven encapuchado los observaba irse a lo lejos.

[…..]

Por otra parte, en una zona alejada del castillo Tsuki, se encontraba una casa escondida.
En aquella casa vivía Luna apartada de todos, su única compañía era una chica de nombre Seinen encargada a su cuidado.
Cuando regresaron del castillo, Luna se sentó en el jardín a contemplar las flores que había a su alrededor, mientras Seinen cepillaba su cabello.

-Dime Seinen, ¿Por qué tengo que vivir aquí y no en el castillo con Padre y mi hermano?
-Ya se lo he dicho Señorita, su poder es especial y habrán quienes quieran arrebatárselo, así que su Padre la mantiene segura aquí, hay muchas personas haya afuera que sólo desean ver sangre de inocentes derramada y sólo por su sed de venganza, pero... Por eso no tiene que preocuparse.
-Pero es muy aburrido este lugar –reprochó Luna.

En ese momento, llegó Sabaru con una rosa en la mano dirigiéndose hacia Luna.

-¿Cómo está la chica más bella del reino?,
Le he traído esta hermosa rosa
–(extendió su mano hacia Luna)

-Gracias Sabaru
–( Luna tomó la rosa)
- Es muy linda, pero en mi jardín ya tengo muchas, así que no sé porque siempre me traes una rosa… Es algo tonto
–(Luna al decir eso volteaba a ver a Seinen)
- ¿No lo crees, Seinen?

-Por supuesto Señorita.

Sabaru al escuchar la respuesta de Seinen la miró de forma amenazante, haciendo que ella cambiara de respuesta.

-Aunque… A decir verdad, tal vez el joven Sabaru quiere decirle algo con eso… Tal vez… Le está declarando su amor de esa forma.

-¿Su amor por mí?, ¿Eso es cierto Sabaru?
 –(le pregunto sorprendida Luna.)

-Bueno… La verdad es que…

Sabaru no pudo terminar su frase, ya que en ese momento, una cuchilla pasó frente a sus ojos cortándole unos cuantos cabellos.
Al mirar, vio a Vincent acercarse hacia donde todos se encontraban.

-¡Oh!, lo siento… No me di cuenta que estabas allí –(Vincent fue sarcástico)
- Sólo lance una de estas cuchillas y casi te cae a ti, aunque…
 Podría lanzar otra y por accidente atinarte
¿No lo cres?

Sabaru tan solo se puso serio y guardó silencio, porque no quería quedar mal frente a Luna
 quién adoraba a su hermano Vincent.

-Hermanito, llegaste
–(Luna se levantó rápido para abrazarlo)
- Te extrañé mucho.

-Pero si nos vimos en la tarde.

-Es que este lugar es muy aburrido, quiero vivir contigo y con Padre.

-Descuida
–(acariciaba la cabeza de Luna)
- Pronto lo harás.

-Sí… Por cierto, no te preocupes por Sabaru, seguro entenderá que solo fue un accidente
–(al decir eso Luna volteo hacia él para continuar)
- ¿No es así, Sabaru?

-Claro, solo un accidente, no pasa nada
–(respondío un poco molestó)

-Hermano iré a mi habitación a leer un poco, acompáñame un rato más y por cierto gracias por la rosa Sabaru.

Luna se dirigió al interior de la casa y Seinen hizo una reverencia para después seguirla dejando a Vincent y a Sabaru solos en el jardín.

-Bueno
 –(Vincent le daba una palmadita a Sabaru en el hombro)
- Aquí nos despedimos, se cuidadoso por donde camines.

Al terminar, Vincent se dirigió al interior de la casa mientras Sabaru solo lo miraba con odio.
[…..]


Era un nuevo día para Eliz y Sedric
 y el camino por aquel bosque parecía no terminarse.

-Sedric, ¿Cuanto falta para llegar?

-No mucho, ten un poco de paciencia, pronto llegaremos.

Eliz suspiró y miro detenidamente al frente, lo que vio fue una pequeña luz que se hacía más evidente a cada paso que daban.

 Continuaron caminando hasta que llegaron al final de aquel bosque, a una amplia colina donde el viento soplaba tranquilamente.
 Al mirar abajo, los hermanos pudieron ver un pequeño pueblo.

-Que hermoso lugar… Se ve muy tranquilo.

-Démonos prisa en bajar Eliz, parece que lloverá pronto.

Al bajar la colina, ambos comenzaron a caminar entre la gente del pueblo, mientras que Eliz miraba los lugares a su alrededor sorprendida por su belleza,
 la gente comenzaba a mirar a tan exttaños viajeros, pero parecía no molestarles su presencia.

-Oye, Sedric, el pueblo se ve muy lindo pero... Has pensado en ¿Dónde dormiremos?
Ya que dormir afuera no es seguro después de lo ocurrido anoche y
 ¿Cómo sabremos donde vive la amiga de la abuela?

-Bueno… Esto es un pueblo, todos se conocen, así que sólo  preguntaremos por ella, y en cuanto a donde dormiremos…
 Mmmm… Tendremos que buscar una posada sin tantos inquilinos.

-Jajaja, cómo te veo tan seguro de a donde vas pensé que ya conocías este pueblo,
-(le dijo Eliz riendo)
- Pero parece que no, jaja.

-Oye... ¿Te estás burlando de mí?

-Para nada.

Después de una pequeña pausa Eliz continuó riéndose seguida de Sedric, pero en ese momento la lluvia cayó sobre ellos.
 Ambos miraron los lugares cercanos a su alrededor, cuando de pronto, 
una tercera persona chocó contra Sedric tirando las cajas que traía consigo.

-Lo.. Lo siento mucho, iba tan rápido que no te vi, ¿Te encuentras bien?
–(le pregunto algo preocupado el chico a Sedric)

-Sí, estoy bien
–(respondió Sedric )
- ¿Y tú?

-Sí, gracias, de verdad disculpa por lo ocurrido.

-Está bien, no tienes que seguir disculpándote...
 Por cierto y si no es una molestia, podrías decirnos a mi hermana y a mí, si conoces alguna lugar dónde podamos pasar la noche.

El chico volteó a ver a Eliz quien le sonrió y se inclinó para saludarlo.
 Él devolvió el saludo y se dirigió nuevamente a Sedric.

-Yo trabajo en una posada con mi abuela,
 se encuentra cerca de aquí, si gustan pueden quedarse ahí.

-Gracias
 –(Sedric recogió una de las dos cajas que cayeron anteriormente al suelo)
- Entonces y ya que vamos para el mismo lugar, te ayudaré a llevar esto.

-Gracias y bien, es mejor que nos demos prisa
 antes de que terminemos empapados por la lluvia.

El chico levantó la otra caja y los guió hasta la posada de su abuela.
 Una vez adentro, los hermanos descansaban en la sala que se encontraba en la entrada del lugar, estaban solos, hasta que aquel chico apareció con unas toallas en la mano.
 Le dio una a cada hermano con la cual pudieron secarse y después de un rato, el chico regreso con bebidas calientes. 

-Por cierto, no me he presentado, mi nombre es Hayato…
 Yoichi Hayato,
 es un gusto conocerlos.

-El gusto es nuestro, mi nombre es Sedric Vinaruz,
 y ella es mi hermana Eliz,
 gracias por ayudarnos.

-Ustedes no parecen de por aquí,
 ¿Están viajando?
 –(tuvo curiosidad Hayato)

-Así es
 –(respondió Eliz)
- Mi hermano y yo estamos en busca de una persona, ella vive en este pueblo,
 puede que la conozcas Hayato, 
su nombre es Devora.

-¿Devora?

En ese momento su charla se vio interrumpida por un grito de auxilio proveniente de afuera.

 Los chicos rápidamente salieron para encontrarse con lo que era un señor siendo atacado por un Oni. Los hermanos se miraron mutuamente preparándose para atacar,
 pero Hayato se adelantó y corrió en dirección al monstruo.
 Este al verlo acercarse se apartó del señor que estaba en el suelo
 y levanto su brazo para dirigir su golpe al chico quien se acercaba cada vez más rápido.

 El Oni trató de golpear a Hayato, pero sin darse cuenta él había cortado su brazo,
 este rugió furioso hacia el cielo y se abalanzo directo a Hayato para tratar de golpearlo con su otro brazo, pero él fue más rápido y lo esquivó enterrando una espada corta en el pecho de aquella criatura.

Los hermanos quienes observaban desde lejos, se quedaron asombrados por lo que vieron,
 el Oni cayó de espaldas contra el suelo y Hayato acabo con su vida por completo.
 El señor que se encontraba aún tirado se levantó y le dio las gracias a Hayato, 
cuando terminó, se despidió y se marchó del lugar.

 Los hermanos observaron detenidamente a Hayato
 y luego intercambiaron miradas.

Pronto, todos se encontraron nuevamente dentro de la posada, sentados en un sillón
 donde pudieron continuar con su charla tranquilamente.

-Eso fue sorprendente
 –(lo alago Eliz)
- Jamás hubiera imaginado que peleabas de esa forma.
-Gracias Eliz, a decir verdad al ser el único vampiro de esta zona, desde hace años me encargo de proteger este pequeño pueblo, honrando el juramento de paz Humano-Vampiro, que en algún momento existió...

-Buenas noches, espero que estén disfrutando de su estancia aquí.

Una cuarta voz interrumpió,
 y cuando todos voltearon pudieron contemplar a una anciana saliendo de lo que parecía ser una pequeña cocina, traía un vestido que cubría todo su cuerpo,
 su cabello lo sostenía un pequeño listón y mostraba una mirada muy pacífica.

-Mucho gusto en conocerlos, me di cuenta cuando entraron con mi nieto hace rato antes del ataque de aquel Oni, no pude salir a recibirlos ya que preparaba los alimentos y no pude evitar oír su conversación
-(se acerca a Sedric)
-Así que tu eres el joven Vinaruz, tu abuela me hablo de ti

-¿Mi abuela?... Pero.. ¿Quien es usted?

 -Bueno, al escuchar tu nombre y el de tu hermana, me hizo sospechar, pero cuando preguntaste por mi lo confirme, así que tengo la certeza de decirte que yo soy la persona que buscan, ¿En qué puedo ayudarlos?

Sedric se levantó y con firmeza comenzó:

-Buenas noches, disculpe la intromisión,
 pero necesitamos de su ayuda.
 Mi abuela me contó que usted era su mejor amiga y necesito que me ayude a mantener a mi hermana a salvo…
 Mi… Abuela ha muerto y nos están persiguiendo.

-Mi única y mejor amiga era Saraco, es una pena escuchar que mi querida amiga ha muerto, pero eso sólo significa una cosa
–(volteo en dirección a Eliz)
- Tú eres la Princesa, ¿O me equivoco Eliz?

Hayato se sorprendió al escuchar esto y Eliz también se levantó.

-Así es, yo soy la Princesa Eliz, y busco venganza contra los que asesinaron a mi abuela…
 Eso incluye a Blade, así que espero pueda ayudarnos.

-Por supuesto mi niña, Saraco y yo sabíamos que esto algún día sucedería, así que lo previmos.

Devora sacó una pequeña caja de madera que traía consigo y se la entregó a Eliz.

-En esta caja, Saraco dejó un par de instrucciones para ti, en caso de que algo así pasara.

-Pe.. Pero…

-Tu abuela era una persona que se anticipaba a cualquier situación, sabía que Blade tarde o temprano comenzaria a buscarte, así que le contó a Sedric sobre mí y me dejó la caja sabiendo que vendrían a buscarme…
Saraco era… Asombrosa.

Devora derramó unas cuantas lágrimas y luego las secó para continuar.

-Deben estar cansados,
 será mejor que descansen, mañana pensaremos que hacer al respecto, Hayato, por favor llévalos a una habitación.

-Claro abuela… Síganme chicos.

Hayato le asignó una habitación especial a Eliz, para que tuviera la privacidad que necesitaba al momento de ver lo que había en esa caja.

Eliz se encontraba sentada en su cama con la pequeña caja de madera entre las piernas.
 La abrió y sacó una carta dirigida a ella, así que comenzó a leerla:

A mí querida hija:

Si estás leyendo esta carta, significa que he muerto y has conocido a una gran amiga mía,
 Devora, 
es muy amable y te ayudará en todo lo que necesites,
 así que no dudes en pedírselo.

A partir de estos momentos tendrás que hacer todo lo posible para encontrar a tu hermana
 y para eso, busca a la bruja al norte del pueblo donde te encuentras…

En el momento que Eliz leyó esa última línea, llegó a su mente la imagen de aquel joven encapuchado que la ayudo y le dijo las mismas palabras antes de irse,
 pero después de unos segundos ella continuó leyendo la carta.

…Tan solo dile que vas de mi parte y te dirá todo lo que quieras saber,
 pero no te asustes,
 aunque parezca extraña a simple vista es una persona alegre y muy confiable.

 Lleva contigo la caja que te han entregado y cuando encuentres a la bruja, 
entrégasela,
 dile que es un regalo de mi parte, seguro le gustará mucho.

Mi niña, a partir de ahora tu camino será una gran prueba que tendrás que superar, 
así que  no te desanimes,
 recuerda que aunque ya no esté contigo siempre estaré en tu corazón y en tus pensamientos,
 por eso tienes que ser fuerte, por ti y por las personas que están a tu lado y te aman.

 Cuida mucho de tu hermano Sedric,
 dile que lo amo y que estoy muy orgullosa del gran hombre en que se ha convertido, 
estoy segura que dará todo por mantenerte a salvo, así que procura que no se meta en problemas.
 Me hubiera gustado poder ver a tu hermanita una vez más pero ya es demasiado tarde,
 solo deseo que atesoren sus buenos momentos por siempre.

Con todo mi amor….

Saraco

Eliz no pudo contener su llanto y comenzó a llorar silenciosamente,
 sus lágrimas caían una a otra sobre la carta que sostenía entre sus manos.

-Muchas gracias… Abuela.

La noche se tornó fría y Eliz miró por la ventana la pesada oscuridad que rodeaba al pueblo,
 la luz de la luna iluminó la calle que estaba de frente a la ventana del cuarto donde ella se encontraba y por unos segundos pudo ver la silueta de una persona observándola desde abajo,
 a lo lejos,
 pero al ocultarse la luna Eliz no pudo ver más aquella silueta.
Sin embargo, en esos momentos fue tanta su tristeza que no le tomo importancia alguna.

A la mañana siguiente, los hermanos se alistaron para partir hacia un nuevo destino
 y Eliz guardo la caja de madera para mantenerla segura,
 pero ella aún se veía un poco desanimada.

-¿Te encuentras bien, hermana?
 –(le preguntó un poco preocupado su hermano)

-Sí, estoy bien, ahora me siento motivada.

-Es bueno escuchar eso.

En ese momento apareció Hayato junto a su abuela, quién fue la primera en hablar.

-¿Ya saben a dónde van a ir?

-Iremos al norte
 –(contestó Eliz)
- buscaremos a la bruja y le pediremos ayuda.

-¿Bruja?
 –(pregunto Hayato)

-Es verdad
–(recordó Devora)
- Ahora que recuerdo, Saraco menciono algo sobre una bruja.

-Si se refieren a la bruja del norte
–(prosiguió Hayato)
- Creo saber dónde se encuentra… 
una vez entrenando a las afueras de este pueblo,
 escuche hablar sobre ella y cómo poder contactar sus servicios, a decir verdad... No está muy lejos de aquí.

-Entonces será mejor que los acompañes.

-Pero abuela… si me voy quién protegerá al pueblo.

-No te preocupes, estaremos bien,
 ahora quien necesita más ayuda es estos momentos es la Princesa Eliz,
 por favor, ve con ella.. Ya es tiempo de que comiences a forjar tu propio destino.

-De acuerdo
 –(aceptó Hayato)

Y decidido eso, los tres chicos se despidieron de Devora y salieron de la posada,
 caminaron y caminaron hasta dejar el pueblo atrás.
 Mientras seguían avanzando, comenzaron a sentirse inquietos
 hasta que se detuvieron de golpe.

-¿Pueden sentirlo?
-(pregunto Hayato)

-Desde hace rato, pero a hora se siente con mayor fuerza
-(respondió Sedric)

-No estamos solos
–(afirmó Eliz)

En ese instante apareció un gran número de Oni que los rodearon.
 Estos se abalanzaron hacia ellos uno tras otro 
y comenzaron a atacarlos,
 los chicos esquivaron los golpes y también atacaron a los monstruos; 
esquivaban rápidamente los ataques procurando no ser derribados.
 Al inicio, todo parecía ir bien para los chicos pero sus ataques se veían limitados por el gran número de estas criaturas que parecían interminables.

Sedric atravesó a uno de ellos con su cuchilla pero al mismo tiempo otro lo golpeó
 tirándolo al suelo.
 Eliz al verlo se distrajo por un instante y eso ocasionó que también la derribaran.
 Ambos en el suelo evitaban ser atacados y Hayato se apresuró a donde se encontraba Eliz
 para ayudarla, pero al hacerlo no se dio cuenta que uno se acercaba por atrás y lo rasguñó en el brazo derecho, más sin embargo dio un giro veloz y le encajó su pequeña espada con su otra mano.

Los tres chicos se encontraban rodeados y muy heridos tratando de defenderse;
 poco a poco iban eliminando a sus enemigos, pero cada vez quedaban más cansados.
 A lo lejos, una persona los observaba, traía una capa que cubría su cabeza y rostro, con un pequeño bastón que sostenía entre sus manos.

 La persona levantó su bastón unos pocos centímetros y cuándo lo dejó caer contra el suelo, una onda salió de este convirtiendo a todos los Oni en piedra.

Los chicos, que yacían en el suelo, se sorprendieron por lo sucedido
 y miraron en derredor para saber la situación en la que se encontraban,
 la persona que se situaba a lo lejos, de momento se vio parada a unos pocos metros de distancia frente a ellos.

 Dio unos cuantos pasos hacia adelante y con voz un poco amenazante les dijo:

-Sean bienvenidos a mi territorio pequeños vampiros, espero que tengan una buena razón para visitarme… Claro...
 Si no.... Desean morir aquí.


[…]






Derechos Reservados S.A & C.V Derechos de Autor. Todo uso indebido de este contenido será procesado por la ley. Ciudad de México. D.F. Redactoras: Esmi&Anfi

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